Si en la ciudad algo se ha puesto de moda eso es el callejón de Gonzáles Aparicio. Ya sea por su ambiente bohemio y desenfadado o por la amplia oferta gastronómica que ofrece, si te das una vuelta un fin de semana en la noche podrás ver que sus tiendas y restaurantes se encuentran retacados.
Una de estas opciones es Shalom, un restaurante con comida estilo árabe. Se localiza un poco al fondo del callejón, no está abierto al callejón como otros establecimientos, mas bien tienes que entrar por un pasillo y de ahí subir unas escaleras. En la planta alta es donde está toda la acción.
En mi caso fui a comer un sábado en la tarde, no se que tal se ponga en la noche sirviendo más de bar. Al llegar resalta la decoración que si bien no tiene el fastuosísmo o recargo de un lugar como estos (cojines, tapetes, shishas, telas, plantas) si cumple con el objetivo .
La carta es sencilla y si bien no ofrece una ran variedad de platillos, si tiene los "básicos" de la comida del medio oriente: kebabs, tabule (o tapule), baba ganush, falafel, etc. Los precios son mas que razonables, sobretodo si tomamos en cuenta que la comida "exotica" tienden a cobrarla de más solo por el hecho de ser "exótica" (cuando realmente los ingredientes ya los encuentras en el super). En fin, pedí junto con mi novia el plato compuesto, y trae de todo un poco: un par de kepe, tabule, kebabs y tahine. El platillo costó $110 y es bastante llenador (sig.), fácilmente para 2 personas, eso junto a dos piezas de pan pita y dos refrescos = $140.
La comida estaba sabrosa, sobresalía el tahine y los falafel. Para mi gusto el kepe estaba muy condimentado y el kebab estaba bueno pero algo frío. El pan pita estaba muy sabroso y se notaba fresco, probablemente lo hicieron al momento. En general la comida era fresca y de buen sabor, aunque algo grasosa y si no te gusta lo condimentado pide otra cosa.
Ahora viene lo malo, el servicio. Para empezar esperamos fácilmente unos 40 minutos por nuestra comida, si tomamos en cuenta que era fin de semana y el restaurante estaba a 3/4 de su capacidad pues no es bueno. El mesero (el único) de vez en cuando se daba una vuelta y no estaba muy atento a los comensales.
En general si recomendaría ir a comer ahí especialmente si no han probado la comida tipo árabe. Pero eso si, deben estar dispuesto a esperar un buen rato por su comida. De lo mas atractivo: los precios y el ambiente del lugar.
Como siempre les animamos a dejar su opinión y el chiste de todo esto es que uds. a través de los comentarios nos ayuden a mejorar.
¡Provecho!
Una de estas opciones es Shalom, un restaurante con comida estilo árabe. Se localiza un poco al fondo del callejón, no está abierto al callejón como otros establecimientos, mas bien tienes que entrar por un pasillo y de ahí subir unas escaleras. En la planta alta es donde está toda la acción.
En mi caso fui a comer un sábado en la tarde, no se que tal se ponga en la noche sirviendo más de bar. Al llegar resalta la decoración que si bien no tiene el fastuosísmo o recargo de un lugar como estos (cojines, tapetes, shishas, telas, plantas) si cumple con el objetivo .
La carta es sencilla y si bien no ofrece una ran variedad de platillos, si tiene los "básicos" de la comida del medio oriente: kebabs, tabule (o tapule), baba ganush, falafel, etc. Los precios son mas que razonables, sobretodo si tomamos en cuenta que la comida "exotica" tienden a cobrarla de más solo por el hecho de ser "exótica" (cuando realmente los ingredientes ya los encuentras en el super). En fin, pedí junto con mi novia el plato compuesto, y trae de todo un poco: un par de kepe, tabule, kebabs y tahine. El platillo costó $110 y es bastante llenador (sig.), fácilmente para 2 personas, eso junto a dos piezas de pan pita y dos refrescos = $140.
La comida estaba sabrosa, sobresalía el tahine y los falafel. Para mi gusto el kepe estaba muy condimentado y el kebab estaba bueno pero algo frío. El pan pita estaba muy sabroso y se notaba fresco, probablemente lo hicieron al momento. En general la comida era fresca y de buen sabor, aunque algo grasosa y si no te gusta lo condimentado pide otra cosa.
Ahora viene lo malo, el servicio. Para empezar esperamos fácilmente unos 40 minutos por nuestra comida, si tomamos en cuenta que era fin de semana y el restaurante estaba a 3/4 de su capacidad pues no es bueno. El mesero (el único) de vez en cuando se daba una vuelta y no estaba muy atento a los comensales.
En general si recomendaría ir a comer ahí especialmente si no han probado la comida tipo árabe. Pero eso si, deben estar dispuesto a esperar un buen rato por su comida. De lo mas atractivo: los precios y el ambiente del lugar.
Como siempre les animamos a dejar su opinión y el chiste de todo esto es que uds. a través de los comentarios nos ayuden a mejorar.
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