¡Saludos! Disculpen por la falta de actualizaciones a esta página pero pues son mis vacaciones favoritas del año y ahora si he estado aprovechándolas, pero esperamos para el próximo año ser mas regulares en los posts.
Y como ya escribí ahora que son vacaciones pude ir con mi novia a desayunar tranquilamente (y entre semana) al centro de la ciudad. El lugar que eligimos fué el restaurante del colonial Mesón del Alférez ubicado en la calle de Sebastián Camacho #2 y 6 Esq. Zaragoza, por cierto la particularidad de este hotel es que es un edificio de 200 años de antiguedad y su original dueño era un oficial del ejército Virreynal.
El restaurante se llama "La Candela" y siguiendo la temática del hotel es un lugar con un diseño colonial, paredes de piedra y candelabros colgando del techo nos dan una atmósfera muy particular. El ambiente es agradable y acogedor, y a pesar de estar en pleno centro la atmófera es muy tranquila, por lo que puedes comer con total tranquilidad.
El servicio es muy bueno, los meseros fueron amables y atentos. Algo que si nos sorprendió fué la rapidez con que nos sirvieron el desayuno, a pesar de que el lugar estaba casi lleno.
La carta de desayunos no es muy grande, pero si tiene variedad en los alimentos. Desde el desayuno norteño que consiste en unos burritos rellenos de fajitas de pollo, hasta el clásico desayuno con huevos al gusto. Como en la mayoría de los restaurantes, los desayunos se ofrecen en paquetes que incluyen jugo o fruta y café o té.
Para empezar una buena taza de café y lo que si les recomiendo es que pidan una cesta de pan de requesón, bastante sabroso y al parecer recien salido del horno ya que estaba calientito y esponjosito. Yo me pedí el desayuno de migas norteñas y mi novia unos clásicos huevos rancheros.
Para los que no sepan lo que son las migas, son huevos revueltos con tortilla frita y chile picado. Un platillo típico del norte, allá por Monterrey. Y los huevos racheros son un par de huevos estrellados (o fritos) sobre una tortilla y con salsa roja encima.
Las migas estaban muy sabrosas y la porción era abundante. Venian acompañados de sus respectivos frijolitos y un jugo de naranja. También pude probar los huevos rancheros y como mi novia no come picante la salsa era practicamente de tomate, bastante sabrosa y con buen sazón. Por cierto las tortillas son hechas a mano, igual tuve la sensación de que estaban recién hechas aunque no se veía el comal.
Después de desayunar sería una buena idea que hicieran un recorrido por el hotel, la verdad es que es una joya colonial de la ciudad y de las pocas construcciones antiguas que se mantienen (o que ¿a poco les gustan esas porquerías de edificios pseudo modernas setenteras que solo le quitaron la identidad al centro histórico?).
Ya para terminar, si recomiendo que se den una vueltecita por el lugar. El servicio es bueno y los precios son aceptables (te gastas entre $60 - $80 por persona). Las porciones son abundantes y la comida tiene buen sazón. El lugar es muy agradable y es un pequeño oasis de tranquilidad en nuestro hermoso (pero lleno de carros) centro de la ciudad.
Así que ya saben, si quieren comer algo sabroso en el centro dense una vuelta por La Candela, prueben y si pueden regresen a comentar. Como siempre sus opiniones son lo mas importante.
¡Provecho!
P.D. - les dejo algunas fotos que tomé del hotel después de desayunar.
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